Si hay un piloto que demuestra su interés y amor por la cultura mexicana, es Valtteri Bottas. El piloto de Kick Sauber es un apasionado de los tacos, al punto de que le ha establecido un día de la semana para consumirlos. Al estar en nuestro país por el Gran Premio de la Ciudad de México, es más que evidente que la regla era vital para comer ese platillo tan conocido a nivel mundial.
Como parte de las actividades previas en el Autódromo Hermanos Rodríguez, el piloto finlandés pudo preparar uno de esos tacos que tanto le apasionan. Ese amor por México lo acerca a probar este tipo de experiencias, como lo demostró hace un par de días cuando acudió a comer a ‘El Califa de León’, una taquería que destaca por tener una estrella Michelín.
“El martes de tacos siempre es uno de los momentos más destacados de mi semana. Y especialmente estar en México el martes es bastante especial. Y encontré un buen lugar de tacos”, reconoció Bottas en atención a los medios. “Sí, estuvo muy bueno. La recomendaría. Creo que es el único tipo de puesto de tacos con una estrella Michelin. Los recomendaría, porque creo que hay una razón por la que tienen la estrella”
Futuro incierto
Contrario a lo que muchos podrían pensar, Valtteri no tiene un lugar seguro en la parrilla del próximo año. De hecho, Kick Sauber es de esos equipos que hará un cambio con la llegada de Nico Hülkenberg para 2025, mientras que el otro asiento podría ser pretendido por Guanyu Zhou, Mick Schumacher, Franco Colapinto y hasta el propio Bottas.
No hay garantías de que veamos al finlandés el próximo año en la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca, algo que en el fondo él es consciente… pero mantiene la esperanza de estar en la Fórmula 1 en una decimotercera campaña.
“Realmente espero que no (sea mi último Gran Premio de la Ciudad de México). En mi mente, no. Obviamente, todavía no hay nada confirmado, pero siempre mantengo una actitud positiva”
Y es que es difícil decirle adiós a uno de los GP más entrañables para los pilotos debido al trato que reciben, por la experiencia y la rica cultura del país. El reto de correr en una de las ciudades más altas del calendario le da un plus.
“Diría que la energía, la pasión. También la pista. En realidad, la disfruto porque es bastante única con la altitud. Pero es más la atmósfera. Es bastante loco y hay mucho apoyo aquí y los tacos”.
Asimismo, reconoce que ha sido un año complicado, pero “creo que se arreglará un poco el tiempo y se arreglará la esperanza de la semana. Estoy esperando una mejor experiencia esta temporada”.
